domingo, 16 de diciembre de 2012

Inventor chino crea refugios esféricos para sobrevivir al apocalipsis


hoy se informó que un ciudadano chino asegura haber encontrado la solución ante el fin del mundo: refugios esféricos de alta tecnología capaces de resistir diluvios, tsunamis o terremotos.



Liu Qyuan, de 45 años, exagricultor reconvertido en la fabricación de muebles, examina su última creación, una esfera de siete metros de diámetro bautizada "arca de Noé", concebida para resistir a las peores catástrofes.

"La esfera no tendrá el menor problema, incluso con olas de 1,000 metros de altura. Es como una pelota de ping-pong: pese a que su piel es fina, puede resistir mucha presión" asegura su creador.

Las siete bolas, ya terminadas o en curso de serlo, están compuestas por un casco de fibra de vidrio y una armadura de acero. Cada una ha costado 300,000 yuanes (37,000 euros) y están equipadas con botellas de oxígeno, y reservas de agua y alimentos.



También tienen cinturones de seguridad, esenciales en caso de tempestades. Liu los ha probado, pidiendo a sus asistentes que agiten vigorosamente un arca en la que él mismo se ha instalado.

"Estas embarcaciones están concebidas para poder transportar a 14 personas, pero es posible que hasta 30 personas puedan sobrevivir en su interior durante dos meses", explica.

Liu Qiyuan cuenta que tuvo la idea de fabricar estos refugios después de haber visto la película hollywoodense de catástrofes "2012", basada en el fin del mundo del próximo 21 de diciembre, según una presunta cuenta atrás de 5.000 años del calendario maya.

Las esferas de supervivencia de Liu tienen un origen basado en una real tragedia: la idea de utilizarlas contra catástrofes le vino tras el tsunami en el Océano Índico de 2004, que causó cerca de 250,000 muertos.



 También se supo que el temor a un "fin del mundo" se ha extendido en China donde en dos distritos rurales se han agotado las velas, ya que sus habitantes están convencidos de que el sol no volverá a levantarse tras el solsticio de invierno.

Pese a que se acerca la presunta fecha fatídica, Liu Qiyuan, casado y padre de una niña, no ha podido vender ninguna de sus creaciones, y teme no poder devolver los créditos que pidió para construirlas.



 "He invertido más de la mitad de mis ahorros en estas esferas, porque vale la pena, es para salvar vidas", explica.

Por último, Para demostrar su resistencia, se introduce en una de sus esferas y pide a uno de sus asistentes que choque contra ella a bordo de un camión. Resultado: una pequeña rayadura en la superficie de la bola.

El inventor saca la cabeza por una ventanilla, satisfecho: "¡Ningún problema, no he sentido nada!"



generaccion.com

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