miércoles, 2 de enero de 2013
Estudian acabar con la prohibición de usar móviles en los aviones
En ocasiones, algunos medios han llegado a indicar que la obligación de desconectar los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos cuando estamos a bordo de un avión no es otra cosa que una leyenda urbana. Un invento que han impuesto las compañías aéreas y los medios gubernamentales que las supervisan sin ninguna razón aparente, o mejor dicho, sin ninguna razón que pueda fundamentarse a través de criterios científicos y tecnológicos. En los últimos tiempos, se han sucedido en todo el mundo muchísimos incidentes relacionados con el uso del teléfono móvil en los aviones. No estamos hablando de interferencias, sino de arrestos y discusiones con pasajeros que se negaban a apagar su teléfono móvil o tableta durante las maniobras de despegue y/o aterrizaje. La Administración Federal de Aviación (FAA), entidad gubernamental que controla todos los aspectos sobre aviación civil en Estados Unidos, persiste en el cumplimiento de una normativa hecha para prevenir, pero poco fundamentada sobre la experiencia real del uso de dispositivos electrónicos en los aviones.
Apagar el teléfono móvil en el avión era hasta la fecha un gesto frecuente, parte de la rutina del viaje. Pero lo cierto es que la Administración Federal de Aviación no tiene ninguna prueba fehaciente de que el uso de dispositivos electrónicos sea realmente perjudicial para el sistema que rige el correcto funcionamiento de los aviones. En declaraciones públicas, sus portavoces confirman lo irracional de la prohibición, pero argumentan que las normas se han impuesto de manera cautelar, puesto que no existen pruebas de que los dispositivos sean completamente seguros. De hecho, la Administración también ha confirmado que se obliga a los pasajeros a apagar sus teléfonos para que presten atención a las informaciones divulgadas por las azafatas y el piloto al inicio de cada vuelo. Ocurre algo extraño, además, con la cuestión de la lectura. Los pasajeros tampoco pueden utilizar el Kindle o el iPad para leer porque supuestamente, las emisiones electromagnéticas podrían interrumpir el vuelo.
Resulta extraño, sin embargo, que sean los propios pilotos los que utilizan iPad en cabina, en sustitución a los manuales de vuelo que hasta ahora se editaban en papel. Los argumentos de la Administración son aparentemente lógicos: dos iPad en funcionamiento no son lo mismo que 200 iPad en manos de muchos pasajeros. Expertos de laboratorios consultados afirman que la energía electromagnética no funciona de este modo y que por tanto, es prácticamente inofensiva a través de estas vías. ¿Y la seguridad?, te preguntarás. Los iPad no se prohíben porque a un pasajero pueda se le pueda ocurrir pegar a otro con la herramienta. Nada más lejos de la realidad. Cualquier best seller pesa más que el dispositivo de Apple u otra tableta de envergadura.
Tras tanta polémica, la Federación prometió a la ciudadanía revisar estas políticas para estudiar de qué manera afecta el funcionamiento de los dispositivos electrónicos en todas las fases del vuelo. De hecho, a partir de este mes de enero, los miembros de un nuevo comité se pondrán a trabajar en la confección de un informe. Hasta ahora, ninguno de los documentos emitidos por la NASA ha evidenciado de manera científica las interferencias que hasta ahora se han pregonado como fenómeno común. Será necesario, en cualquier caso, que la Administración estudie de manera empírica y explique los resultados para que todo el mundo salga de dudas y no se produzcan, más que nada, incidentes entre usuarios que tienen miedo de sufrir un accidente por culpa de otro pasajero que ha decidido no desconectar su Kindle.
tuexperto.com
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