Desembolsará u$s7 millones para dejar atrás una investigación acerca de si la empresa recopiló correos electrónicos, contraseñas y demás información que se transmitió en redes inalámbricas mientras los vehículos para el servicio recorrían distintos vecindarios en los EEUU
El arreglo cerraría una investigación conjunta de parte de los departamentos de justicia en unos 30 estados del país, de acuerdo con una persona cercana con el asunto. Esa persona solicitó no ser identificada porque el arreglo no se anunciaría sino a comienzos de la próxima semana.
Los u$s7 millones serían compartidos entre todos los estados, dijo la persona. Los ingresos de Google en este año rebasarían los u$s61.000 millones. A ese ritmo, Google percibe aproximadamente u$s7 millones en ingresos cada hora.
El caso se remonta a 2010, cuando Google reveló que los vehículos de la compañía, que tomaban fotos de las calles para su servicio de mapas en internet, habían recopilado también datos personales transmitidos por redes inalámbricas que no estaban protegidas por contraseñas.
Google atribuyó el problema, que comenzó en 2007, a un ingeniero que instaló un programa informático intrusivo en equipo que, según la empresa, sólo debía detectar dónde había redes inalámbricas.
Esa explicación no convenció a los defensores de la privacidad ni a los reguladores en Estados Unidos o en otros países. Se abrieron investigaciones sobre la interceptación de señales en redes Wi-Fi por parte de la compañía. Buena parte de esas redes operaba en viviendas y empresas pequeñas.
La investigación en los EEUU fue encabezada inicialmente por Connecticut, que es ahora parte de un comité ejecutivo que supervisa el asunto.
Una vocera de George Jepsen, secretario de Justicia de Connecticut, se negó a informar si Google había llegado a un arreglo. La investigación sigue "activa", afirmó la portavoz Susan Kinsman.
Google ha sostenido que no infringió leyes federales norteamericanas al hacerse de información transmitida por redes abiertas. Sin embargo, se disculpó por una violación de lo que consideró "reglas de etiqueta" en la internet. La compañía, con sede en Mountain View, California, emitió otra disculpa, al ser consultada.
"Trabajamos duro en Google para salvaguardar la privacidad", señaló la empresa. "Pero en este caso no lo hicimos, y es por eso que reforzamos nuestros sistemas, a fin de atender el asunto".
infobae.com
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